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martes, 17 de febrero de 2015

No es sólo Grecia, es el futuro de la Unión Europea




Comienza la semana decisiva para saber si el gobierno alemán va a continuar imponiendo a toda Europa su diktat, es decir las condiciones leoninas del rescate a Grecia y la continuidad de las políticas de austeridad, reformas (recortes estructurales) y devaluación interna de los países endeudados.

Por lo que sabemos de la reunión del Eurogrupo del día de hoy así parece. Wolfgang Schäuble vetó un preacuerdo en torno a una resolución que Moscovici y Varufakis habían pactado y la reunión terminó sin acuerdo alguno y con un ultimatum del Eurogrupo a Grecia para que acepte en cuatro días la prórroga del rescate. 

Los gobiernos socialdemócratas se plegaron, como siempre, a la presión alemana. Los gobiernos más conservadores del Sur, como el español y el portugués, se alinearon, como venían aireando en los últimos días, en el frente de la dureza contra Grecia. En el de la dureza, el sectarismo político y la estupidez y el olvido de los intereses nacionales. Porque lejos de ser cierto que España se vería perjudicada por la posición griega, España sí se verá perjudicada por los que pueden promover una muy sería inestabilidad financiera en toda Europa -que afectaría muy en particular a España, Italia y Portugal- con tal de castigar la osadía de un Gobierno que quiere cumplir con la voluntad de los ciudadanos que le han votado, sin dejar de responsabilizarse de sus compromisos con sus socios. 

el gobierno de Rajoy también va en contra de los intereses españoles al apostar por la continuidad de la política alemana para la gestión de la crisis que ha sido un completo fracaso. Resulta intolerable que se haga pura propaganda xenófoba diciendo que están defendiendo la devolución de los 26.000 millones que España prestó a Grecia. Porque España sólo avaló esa cantidad que prestó efectivamente el Mecanismo de Estabilidad Financiera, y la propuesta del gobierno griego de conversión de su deuda en deuda perpetua garantizaría que el aval no se ejecutase nunca. El paroxismo de esta demagogia basada en falsedades le correspondió al Ministro de Exteriores cuando afirmó que con ese dinero las pensiones habrían subido un 38% y la protección a los parados en un 50%. Sorprende, porque García Margallo no acostumbra a usar ese tono.

El problema no está en la obligación de cumplir, o no, los compromisos, aunque se trate de compromisos adoptados bajo coerción que han llevado al pueblo griego a perder la cuarta parte de su riqueza con una enorme desigualdad en la distribución de la pérdida, todo ello promovido directamente por las condiciones del plan de rescate. El problema está en decidir si se pueden seguir cumpliendo, o no, una parte de esos compromisos y condiciones. Porque lo que los miembros del Eurogrupo no quieren decir es que lo que defienden es que el Gobierno de Syriza  no pueda aplicar su programa de emergencia para que cientos de miles de griegos no pasen hambre y puedan calentar sus casas y para que tres millones, los más desfavorecidos, puedan volver a ser asistidos sanitariamente por la Seguridad Social. Porque lo que los responsables políticos europeos quieren ocultar es que estas situaciones se derivan directamente de condiciones impuestas por la troika al gobierno de Samaras

Lo que parece que no aciertan a comprender los responsables políticos europeos y de los gobiernos nacionales de las dos principales corrientes políticas es que si finalmente logran derrotar las muy justas pretensiones del gobierno de Alexis Tsipras, para muchos europeos europeístas empezaría a carecer de sentido seguir apoyando la existencia de una UE tan antisocial y poco solidaria. 

No se puede esperar por más tiempo para apoyar con toda firmeza la posición del gobierno de Grecia por parte de las fuerzas políticas progresistas, los sindicatos y las organizaciones sociales. 

Porque no es sólo el futuro de Grecia lo que se está jugando en estos días decisivos, es el futuro de toda la Unión Europea.


1 comentario:

  1. Excelente artículo, aunque difícil de comprender para los que se salvan solos.

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